Cuando de bajar de peso se trata, son
muchos los mitos, los consejos de amigos y las soluciones mágicas que aparecen.
Quizá uno de los más comunes es saltearse el desayuno, la cena o cualquier
comida. De hecho, en algunos casos, la recomendación es que solo se haga una
comida al día para bajar de peso. ¡Esto es terrible!
Comenzar el día sin un sano desayuno o
prolongar el ayuno por mucho tiempo, de forma recurrente, es la causa de muchas situaciones de peligro
a las que sometemos nuestro cuerpo. Indiscutiblemente, cosas como saltearse el
desayuno tienen efectos a veces irreversibles en nuestro organismo, y en otros
casos, puede incluso producir aumento de peso.
Enfermedades como la diabetes y la
gastritis pueden surgir o agudizarse por este hábito para bajar de peso.
Estreñimiento, dificultades para la concentración, sensación de cansancio,
ansiedad, metabolismo lento e incluso mal humor, son peligros asociados a esta
práctica.
El desayuno es la principal comida del
día, y resulta fundamental para mantener equilibrados los niveles de azúcar en
la sangre. El ayuno prolongado nos genera múltiples alteraciones metabólicas
que pueden incidir en la aparición de diabetes tipo 2. Lo recomendable para
prevenirla, incluso si tenemos alto riesgo de padecerla, es comer sano y en
ningún caso saltarnos el desayuno u otra comida.
Cuando no hemos comido por un largo
tiempo, como podría pasar al no desayunar, teniendo más de 15 horas de ayuno,
el sistema digestivo envía señales al cerebro para indicar la necesidad de
comer. El cerebro prepara el estómago liberando jugos digestivos, que cuando
pasa regularmente y no recibimos el alimento, puede generarnos trastornos
digestivos como la gastritis.
El incremento del estreñimiento es
otro peligro de saltearse el desayuno. Para mejorar esta situación, lo más
recomendable es un rico desayuno con alto contenido en fibra y mucho líquido, que nos ayudará a regularizar
nuestras visitas al baño y por tanto a bajar de peso. El estreñimiento es uno
de los causantes del metabolismo lento, y por lo tanto, aumenta la posibilidad
de padecer obesidad.
El ayuno prolongado también influye
generando bajo rendimiento intelectual. Al saltarnos el desayuno o la cena, no
tendremos la energía necesaria y la concentración adecuada para estudiar o trabajar
en condiciones óptimas, nos sentiremos permanentemente cansados. Si estás estudiando nunca saltes el desayuno,
por el contrario, consume cereales y frutas suficientes, y dependiendo de tu
dieta calórica, una dosis de lácteos también puede ser importante.
Bajar de peso sin saltearse el
desayuno
El saltearse el desayuno, además de
poner en riesgo nuestra salud, nos genera mayor ansiedad por alimentos ricos en
carbohidratos. Para bajar de peso lo recomendable es realizar varias comidas al
día, 3 principales y 2 meriendas, ricas en vegetales y con un consumo moderado
de proteínas y carbohidratos. Y, como principio fundamental, ejercicio físico
todos los días, acorde con la edad y condición física de cada persona.