Cuenta
la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buen
día. Dijo la mentira.
-Buenos
días. Contestó la verdad.
-Hermoso
día. Dijo la mentira.
Entonces
la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso
día. Dijo entonces la verdad.
-Aún
más hermoso está el lago. Dijo la mentira.
Entonces
la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.
Corrió
la mentira hacia el agua y dijo... -El agua está aún más hermosa. Nademos.
La
verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la
mentira.
Ambas
se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato
después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La
verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin
ropas y todos se horrorizaban al verla.
Sin
saber qué hacer, se escondió en un pozo.
Es así
como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y
no la verdad al desnudo.
Algún
día la verdad saldrá del pozo para fustigar a los mentirosos.
Pintura:
Edouard Debat Ponsan, (1847-1913), "La verdad saliendo del pozo"