Esta leyenda hace referencia a un
viejo hospital que ya no existe y que se ubicaba en Morelia, en el estado de
Michoacán.
Se dice que en ese hospital tuvieron
lugar diversos episodios llenos de dolor y sufrimiento, y la leyenda indica que
todas las noches pueden escucharse allí los gritos de las personas que allí
perecieron o que vivieron el desarrollo de una enfermedad.
En el imaginario colectivo hay
información de un caso concreto relacionado con este hospital. Se trató de una
mujer que recibió allí un trasplante de riñón. Por mala fortuna, el cuerpo de
la mujer rechazó el riñón, por lo que esta perdió los estribos y se lanzó por
una de las ventanas del hospital.
Una de las historias asociadas a este
hospital es que es posible ver a dicha mujer asomada a la ventana por la cual
años antes se lanzó.