Aunque es un mito muy extendido, el
uso de gafas no hará que nuestra vista empeore. Si tenemos algún problema de
visión lo mejorará, pero en ningún caso será perjudicial.
Existen una serie de mitos entorno a
la vista que es conveniente que dejemos de creer.
A continuación los explicamos todos
para que, si pensabas que alguno era verdad, tengas en cuenta la realidad.
No abrir los ojos debajo del agua
Uno de los mitos más extendidos está
relacionado con el hecho de abrir los ojos debajo del agua. En este sentido
encontramos diferentes mitos.
Por ejemplo el que asegura que dentro
de la bañera es mejor no sumergirse con los ojos abiertos.
Esto es así, se asegura porque el
cloro con el que se desinfecta el agua del grifo y las tuberías desgastadas
hace que el agua pueda tener microorganismos dañinos. Todo esto podría provocar
irritación o conjuntivitis.
Por otro lado se cree que dentro de la
piscina es mejor llevar gafas de buceo. En las piscinas públicas, el agua
contiene aún más cloro que el agua del grifo y este sería el motivo principal.
En el caso de los estanques de agua
dulce las creencias son más ambiguas.
Por un lado, se cree que se pueden
abrir los ojos en las zonas naturales y limpias, pero que en los ríos y lagos
de ciudad es mejor no hacerlo.
En tales casos, el agua que se
encuentra en estos lugares suele presentar mayor concentración de bacterias
dañinas que pueden provocar una infección.
Por el contrario, en el agua de mar sí
se pueden abrir los ojos. Un posible efecto negativo de este agua dependería de
la concentración de sal que dicho agua tenga.
Mirar a alguien soldar puede causar
ceguera
Otro de los mitos más extendidos
considera que mirar a alguien soldar puede provocar ceguera. Esto evidentemente
no es así.
No obstante, lo cierto es que sí puede
causar una quemadura en los ojos. Por este motivo los soldadores cubren su
cara, además de para protegerse de las chispas.
El ordenador y la tele son muy
perjudiciales
Cuando estamos ante una pantalla,
generalmente, parpadeamos menos, por lo que la película lagrimal se refresca
con menor frecuencia.
Todo esto hace que la córnea se seque
y provoque fatiga visual, así como dolores de cabeza y visión borrosa.
Estos son los problemas que, por el
momento, sí se han comprobado que provocan las pantallas, pero nada más. En el
caso de que te preocupe este aspecto será tan sencillo como solucionarlo con
gotas humectantes.
También sería recomendable hacer
ejercicios para los ojos y descansar la vista periódicamente.
La mala visión es un problema hereditario
Otro de los mitos más extendidos es
que la mala visión se hereda. Lo cierto es que, si hay una enfermedad, sí se
hereda una predisposición a padecerla pero no significa que acabe apareciendo
en la vida de sus descendientes.
Hay más factores involucrados, como el
estilo de vida que la persona siga, la profesión y los hábitos que tenga, así
como los esfuerzos visuales que realice.
Las gafas empeoran la calidad de tu
visión
Muchos creen que las gafas hacen al
ojo todavía más vago. La realidad es que las lentes lo que hacen es ayudar al
ojo a ajustar la nitidez deseada.
Sirven para que veas bien y tratar un
problema que ya tienes, pero no hacen que este vaya a más.
Los arándanos son buenos para la
visión
Existe la creencia de que los
arándanos son buenos para la visión.
Muchas personas creen que comer
arándanos y zanahorias les hará tener una visión ideal. No obstante, aunque sus
vitaminas son buenas, no es el único factor del que depende tener una buena
vista.
No enfoques hacia la nariz
Uno de los grandes mitos es que los
ojos no deben enfocar a la nariz o te quedarás bizco si alguien te asusta en
ese momento. Lo cierto es que esto no es verdad y no tiene base científica
alguna.
Si enfocas a tu nariz con los ojos
solo provocarás sensaciones desagradables, como puede ser el mareo o la fatiga
ocular, pero nada más. No te quedarás siempre así.
No se puede ver la televisión sin luz
Ver la tele con luz es más
recomendable a fin de evitar tensiones excesivas en los ojos, pero lo cierto es
que si la ves a oscuras no te quedarás ciego.