La filosofía neo tolteca es una
corriente de pensamiento desarrollada especialmente a partir de la segunda
mitad del siglo XX, y se basa en la reinterpretación de la mitología
mesoamericana, especialmente aquella relacionada con la cultura tolteca
arqueológica.
1. MIEDO A LA SOLEDAD
Hay dos opciones que se pueden
considerar:
La primera es que el ego trabaja en su
banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tú estás unido a los
demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el
reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la
pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
La segunda opción es que el Espíritu
desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tu siempre estás unido
a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que
tu posees, una luz que debes expandir. Cuando le das fuerza a esa luz interior,
comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que
siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador
Supremo. Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de
la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a
aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.
2. MIEDO A LA ESCASEZ
Superar el miedo a estar escaso, sin
dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo
contigo mismo. Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones
sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de
víctima, es una señal de que el fantasma del miedo está invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que,
cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy
tienes. Esta palabra es “GRACIAS”. Cuando agradeces por todo cuanto tienes en
este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas
las cosas que Dios te ofrece cada día. Gracias Dios por abrir los ojos este día
de hoy, por poder respirar un día más. Gracias por la cama donde duermo, por
las situaciones que parecen adversas; pero me Dejan sabiduría. Gracias Dios por
la sonrisa que me regalo esa persona que no conozco. Gracias Dios por Tener
trabajo, por la comida caliente, por la taza de café. Agradece y, en poco
tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.
3. MIEDO A LA ENFERMEDAD
La enfermedad es un desequilibrio de
tu estado de conciencia. Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que
perdiste tu fortaleza interior. “Enfermedad”, es una palabra compuesta del
latín “in-firmus”, que significa “Sin Firmeza”.
Si comienzas a erradicar las
auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de
estas ataduras.
El filósofo Platón dijo: “mente sana
en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia,
perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona
íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de
alegría, perdón y paz. Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en
este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el
Amor. Te darás cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea
adicción. Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie
puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor. Estarás cada
vez más sano y lleno de vitalidad. El mundo necesita que estés saludable, para
poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita
curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar
seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes ni
después. Cuando el médico nos da la primera nalgada para que comencemos a
respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos
yendo hacia el día que debamos “parar”. Es por eso que la vida es un constante
“Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido,
hasta que llegue tu turno de “parar”.
4. MIEDO A LA MUERTE
Cierra tus ojos un momento e imagina
que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu
propia tumba. Miras tu lapida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de
partida de este mundo. A continuación, piensa en cuál es la frase que
escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lapida: ¿Qué dirían de ti? ¿Qué
fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?;¿ Que la gente agradece que hayas
partido, ¿porque les hiciste la vida amarga?; o Qué sienten profundamente tu
partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, ¿que nunca nadie podrá
llenar?
¿Qué diste? ¿Qué cediste? ¿Qué donaste?
¿A quién ayudaste? ¿De qué te privaste? Escribe en un papel que es lo que
deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja,
día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera, cuando
tu meta es proyectarte en la Trascendencia de tu entrega, bondad, generosidad,
desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin
condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirá en la memoria y los
corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.
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