Un tortugo de 110 años finalmente conquistó a la hembra que lo evitó los últimos 15 años. Y la preñó.
¡Persevera y triunfarás! Quince años le tomó a Billy, de 110, conquistar a Tammy, de 47. El dueño de la feliz pareja, Peter Crane, fue quien encontró los huevos. Explicó que el tortugo persiguió por el jardín sin éxito a la huidiza Tammy durante los últimos tres lustros.
Un detalle romántico: si bien cada tortuga vivía en su propia caja se han mudado ambos a una de ellas como una feliz pareja. Billy -nacido en 1899- es una tortuga vivaracha (si se me permite el oxímoron) y espera con entusiasmo (si es que fuera posible detectarlo) la llegada de los dulces tortuguitos (dentro de los límites de dulzura inherentes a un ser verde, frío, duro por fuera y blandito por dentro).
Moraleja: para ser capaz de fecundar después de los 100 (años, no kilómetros por hora, por favor) no hay nada como una dieta vegetariana y una vida sin stress.
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