Hay ciertas cosas en la vida que realmente deben ser cambiadas. Estas son cosas que se nos aparecen de manera ineludible en varias ocasiones ¿Pero cómo cambiar aquellas cosas que no pertenecen a la decisión humana? Bueno, muchas cosas, entre ellas el clima, están dentro de las decisiones humanas.
Aparecen cambios que nos dan miedo, son momentos en los que sabemos que nos traen una alteración de nuestros estados internos al cambiar una situación en lo exterior. Puede ser el cambio de trabajo, el cambio de estado civil, o prevemos que una relación, independientemente que sea bella o no, esta a punto de quebrarse. Son tantas las veces que nos adelantamos a los hechos que sufrimos dos veces ante una misma situación. Sufrimos al saber que pronto se avecina una catástrofe en el curso de nuestra vida y nuestro pensamiento recurre varias veces al dia hacia el punto de quiebre. Una congoja o una sensación de miedo y desamparo se apodera de nuestro ser. Todas las cosas comienzan a salir inesperadamente mal y ... sabemos perfectamente el motivo. Solo que nos justificamos diciendo: "no me siento bien hoy" "anoche no dormí bien" , etc. Esas preocupaciones nos llevan a perder energías antes de tiempo, es como si estuviéramos esperando que suceda lo que tenga que suceder y ya ! pero a veces la espera se hace larga y al final parece que algo puede cambiar.
El mundo actual camina a pasos agigantados donde se confunde la sensibilidad con la debilidad, el amor con lo blando, la paz con la inutilidad, porque parecería que todo debe marchar mas rapido, mas fuerte, mas productivo, sin importar nada de sus partes motoras tan fundamentales y sin los cuales la cultura actual no serviria de nada: los seres humanos. Y, claro, en esta voragine "creadora" que pretende ser la sociedad actual, uno no tiene tiempo para ponerse a escribir una poesía, mirar el amanecer durante dos horas, o quedarse dormidos mirando las estrellas, tampoco disfrutar de los afectos mas profundos y verdaderos, como mimar a un hijo, compartir un dia con los hermanos, visitar a los amigos por el puro gusto de visitarlos. Sin tiempo para llorar, sin tiempo para amar, en definitiva, sin tiempo para vivir.
Hoy en dia se trata de prevenir las catástrofes, pero no tanto por amor al otro, sino para que no destruya aquello que tiene un rendimiento económico en lo social o para que en todo caso, reponer algo después de un desastre natural, sea barato hacerlo. Pero, ¿y el desastre interior? ¿Ese desastre de no saber como reaccionar mañana cuando nos digan algo que no deseamos escuchar, porque nos hace mal? ¿Quien prevé esos desastres?
Solo Dios. Y Dios está allí, donde menos lo hubieras esperado encontrar. Dentro de ti. Lo que sucede es que de tanto mirar hacia afuera, te has olvidado de tu mundo interior. Te has olvidado de cuidar tu casita interna, de alegrar las estructuras de tu personalidad, y cuando entras a ese estado tan especial que es tu interior, te encuentras con que no ves nada. Es tal como cuando uno llega a su casa en un dia de mucho sol, cuesta que los ojos se acostumbren al interior de la casa, llegamos encandilados y no vemos nada.
Bueno, tal cual sucede cuando uno quiere estar a solas consigo mismo. No puede, no ve nada y sale enseguida afuera otra vez. Trata de llenar esos vacíos con otros elementos del mundo exterior. Asi, se corre el riesgo de hacer cosas que despues seran motivo de arrepentimiento, esto nos dará mucha rabia y luego nos atacaremos sin piedad, por haber sido tan tontos, perdiendo nuevamente el tiempo en recriminaciones y rumiaciones ecodistantes de nosotros mismos. Entonces asi, lo unico que se consigue es llenar nuestro interior con tanta basura que el dia que queramos habitarla en paz, los roedores de la mente nos sacaran afuera, porque ellos son los verdaderos dueños de ese preciado lugar al que "nunca le prestamos la suficiente atención".
Sabes, las catástrofes son una prueba, un examen que nos toma el universo mismo a través de sus maestros llamados Dolor, Amargura, Rupturas, Ciclones, Lluvias, Tormentas, etc, etc. Son maestros de la vida e implacables a la hora de ponernos a prueba. No hay en ellos ninguna vacilación, estamos frente a "maestros de vida" que tienen la misión que cumplen y no importa cuán de acuerdo estemos, ellos hacen sus tareas impecablemente.
El secreto no está en adelantarnos a la catástrofe y sufrir por adelantado, el secreto se encuentra en el interior de nuestro espíritu. Es allí, en el corazón mismo del ser adonde llega la fuerza que seamos capaces de acumular para hacer frente a situaciones difíciles. Es allí, donde mora la esencia del ser donde se encuentra esa capacidad, no en otro lugar. Por eso es conveniente siempre cultivar las fuerzas del alma, porque nos protegen de fuerzas que no conocemos y que en definitiva están puestas para poder superarlas, de esa manera habremos dado un paso grande en la evolución de la vida.
Cuando una catástrofe se avecina ora a Dios con el corazón, evocalo por su nombre y haz una oración. Siempre se puede salir más fortalecidos de cualquier situación si en lugar de buscar culpables, nos decidimos a ser responsables de ahora en más de todo lo que pueda venir.
©Miguel Angel Arcel
No hay comentarios.:
Publicar un comentario