Una viuda construyó una réplica de su difunto esposo para que sus hijos no lo olviden.
Paul Challis, padre de dos niños, murió de cáncer a los 38 años, apenas unas semanas más tarde de haberse conocido el diagnóstico. Su esposa María, de 36, determinó que para que sus hijos -Jack de 7 y Molly de 9- no lo olviden, podían tener en su casa una réplica del hombre hecha de cartón.
El padre de dos dimensiones estuvo presente en el mismísimo funeral y hasta participó de la boda de unos amigos de la pareja. La foto es de uno de sus momentos más felices de Paul y lo muestra mientras festejaba con champán en un viaje a Brujas.
El cartel de cartón fue hecho para el funeral pero según explica su esposa, no pudo deshacerse de él. "Paul siempre fue el alma de las fiestas y me pareció apropiado que en su despedida final también lo fuera. Creo que le habría encantado".
"Los niños hasta lo vistieron de Santa Claus en Navidad. La gente nos mira con cara rara, pero quién puede decirnos cómo lidiar con nuestro luto", sostuvo María.
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