¿Quieres que tu loro hable?. Cuando un loro llega a nuestra casa como mascota es capaz de adaptarse perfectamente a la rutina de nuestro hogar y convertirse en uno más de la familia, que no se asusta ante la presencia de nadie. Una de las cosas que más debemos tener en cuenta es cuidarnos de colocarlo en un sitio en el que pueda vernos de manera constante.
Lo primero que debemos hacer es ganarnos su confianza, a base de pequeños ejercicios como conseguir que coma en nuestra mano o que se deje acariciar la cabeza. Cuando veamos que es capaz de subirse a nuestra mano sin dudar, será señal de que nos tiene más confianza.
Es importante que consigamos que se sienta a gusto e integrado, ya que los loros tienen un comportamiento gregario y les gusta sentirse integrados. Una buena idea es que nos observe cuando comemos y que incluso le podamos dar un pedacito de fruta o de verdura, para que se sienta uno más de nosotros y vea que comparte nuestras actividades.
A la hora de hacerlo hablar, debemos saber que la mayoría de ellos tienen la capacidad de hacerlo, en mayor o menor medida. Si queremos conseguirlo deberemos hablarle con normalidad y le iremos contando todo lo que hacemos, es decir, si lo sacamos de la jaula se lo explicaremos. Poco a poco nos irá entendiendo y notará que, si dice una palabra, se ve recompensado con una recompensa , por lo que se espabilará más a hablar. Es tan sencillo como que cuando diga ‘pipas’ le demos una.
Lo primero que debemos hacer es ganarnos su confianza, a base de pequeños ejercicios como conseguir que coma en nuestra mano o que se deje acariciar la cabeza. Cuando veamos que es capaz de subirse a nuestra mano sin dudar, será señal de que nos tiene más confianza.
Es importante que consigamos que se sienta a gusto e integrado, ya que los loros tienen un comportamiento gregario y les gusta sentirse integrados. Una buena idea es que nos observe cuando comemos y que incluso le podamos dar un pedacito de fruta o de verdura, para que se sienta uno más de nosotros y vea que comparte nuestras actividades.
A la hora de hacerlo hablar, debemos saber que la mayoría de ellos tienen la capacidad de hacerlo, en mayor o menor medida. Si queremos conseguirlo deberemos hablarle con normalidad y le iremos contando todo lo que hacemos, es decir, si lo sacamos de la jaula se lo explicaremos. Poco a poco nos irá entendiendo y notará que, si dice una palabra, se ve recompensado con una recompensa , por lo que se espabilará más a hablar. Es tan sencillo como que cuando diga ‘pipas’ le demos una.
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