Desde muchachos oíamos a nuestra santa abuela la leyenda de la virgen del perdón, que existe en la catedral de México.
"la imagen que contemplamos en el altar que está detrás del coro nos decía que tiene a sus lados al señor san José y a señora santa ana, cubierta de magnífico cristal y con marco de plata, fue pintada en una puerta muy antigua, y esta puerta perteneció a un calabozo de la inquisición".
"¿quién la pintó y cómo? Hace muchos años, ¡pero muchos! Tantos, que ya nadie se acuerda de ello; allá, cuando no había presidentes, sino virreyes, capitanes generales, cuando la gente era más devota, y más rica y más feliz, hubo un perro judío, que por sus malas mañas fue preso por la inquisición".
"malo como era, sabía pintar, porque dios es misericordioso hasta con sus enemigos y a todas las criaturas dispensa sus favores."
"el judío, preso en su calabozo, sin hablar con nadie, pues únicamente se comunicaba con sus semejantes a la hora en que se presentaba a los jueces, y cuando el carcelero le llevaba de comer, no tenía ocupación ninguna, ni sabía rezar más que las oraciones judaicas."
"así vivió mucho tiempo. Cierto día pidió pinceles y colores para distraerse del fastidio. No le negaron tan inocente diversión, y él, que cuando estaba libre visitaba por curiosidad los templos de Europa, conoció en las iglesias muchos cuadros de vírgenes y santos, y se le ocurrió pintar en la puerta de su calabozo la imagen de una virgen que había atraído su atención."
"Preparó los colores, tomó el pincel y recordando aquella santísima virgen, de rostro tan dulce y tan devoto, que sólo el verla un instante invitaba a la oración; impresionado por aquella fisonomía tan cariñosa que conquistaba corazones, comenzó a pintar y a pintar hasta concluir el cuadro."
"Una vez que el carcelero, para llevarle agua y alimentos, entró al calabozo, el judío le mostró su obra con la complacencia natural del que se siente satisfecho de haber ejecutado una cosa buena."
"Aunque hombre rudo e ignorante, el carcelero quedó admirado ante la lindísima pintura. Conmovido, comunicó a los inquisidores lo que había visto, y éstos fueron al calabozo, y seducidos ante la belleza de la imagen, manifestaron al judío que aquel era un patente milagro, que se arrepintiera de sus culpas y le otorgarían el perdón."
"Lloró el judío, confesó sus pecados, abjuró de su ley, y puesto en libertad, fue un buen cristiano."
"La pintura se colocó desde entonces en la catedral, y el pueblo la llamó la virgen del perdón."
"la imagen que contemplamos en el altar que está detrás del coro nos decía que tiene a sus lados al señor san José y a señora santa ana, cubierta de magnífico cristal y con marco de plata, fue pintada en una puerta muy antigua, y esta puerta perteneció a un calabozo de la inquisición".
"¿quién la pintó y cómo? Hace muchos años, ¡pero muchos! Tantos, que ya nadie se acuerda de ello; allá, cuando no había presidentes, sino virreyes, capitanes generales, cuando la gente era más devota, y más rica y más feliz, hubo un perro judío, que por sus malas mañas fue preso por la inquisición".
"malo como era, sabía pintar, porque dios es misericordioso hasta con sus enemigos y a todas las criaturas dispensa sus favores."
"el judío, preso en su calabozo, sin hablar con nadie, pues únicamente se comunicaba con sus semejantes a la hora en que se presentaba a los jueces, y cuando el carcelero le llevaba de comer, no tenía ocupación ninguna, ni sabía rezar más que las oraciones judaicas."
"así vivió mucho tiempo. Cierto día pidió pinceles y colores para distraerse del fastidio. No le negaron tan inocente diversión, y él, que cuando estaba libre visitaba por curiosidad los templos de Europa, conoció en las iglesias muchos cuadros de vírgenes y santos, y se le ocurrió pintar en la puerta de su calabozo la imagen de una virgen que había atraído su atención."
"Preparó los colores, tomó el pincel y recordando aquella santísima virgen, de rostro tan dulce y tan devoto, que sólo el verla un instante invitaba a la oración; impresionado por aquella fisonomía tan cariñosa que conquistaba corazones, comenzó a pintar y a pintar hasta concluir el cuadro."
"Una vez que el carcelero, para llevarle agua y alimentos, entró al calabozo, el judío le mostró su obra con la complacencia natural del que se siente satisfecho de haber ejecutado una cosa buena."
"Aunque hombre rudo e ignorante, el carcelero quedó admirado ante la lindísima pintura. Conmovido, comunicó a los inquisidores lo que había visto, y éstos fueron al calabozo, y seducidos ante la belleza de la imagen, manifestaron al judío que aquel era un patente milagro, que se arrepintiera de sus culpas y le otorgarían el perdón."
"Lloró el judío, confesó sus pecados, abjuró de su ley, y puesto en libertad, fue un buen cristiano."
"La pintura se colocó desde entonces en la catedral, y el pueblo la llamó la virgen del perdón."
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