Estas son algunas historias para los
que aun dudan que los perros son mucho más fieles, más persistentes y mucho
mejores que los humanos. Pruebas irrefutables de que el perro es mejor que el
hombre
Pura naturaleza:
Steve Mason es como se llamaba este
cruce de rottweiler y labrador que nació en el año 1998 y fue adoptado y
rescatado de la calle. Mason, como buen perro grande y bonachón que se precie,
siempre fue todas delicias para Hannah, pero lo que ocurrió en el 2014,
marcaría la vida de su dueña para siempre.
Paseando por los bosques de Alaska con
Mason y varios perros más (todos pequeños), tuvieron un encontronazo con un
lobo hambriento a menos de un kilómetro de su casa, algo no habitual y es que
los lobos muy difícilmente se dejan ver entre humanos. Y cuando lo hacen, ya
sabes con qué fin lo hacen. Tras un intenso ataque donde el lobo intentó
llevarse a varios de los perros pequeños, Hannah y su perro Mason hicieron todo
lo que pudieron y fue éste último, el que consiguió salvar la vida de todos y
todas sacrificando su propia vida. Según Hannah, el lobo mordió el cuello de
Mason y lo mató en el ocaso de su vida, con 16 años de vida. Mason sirvió de
alimento para el lobo y su camada y curiosamente, Hannah no le guardo rencor al
lobo. Una historia para llorar, que nos recuerda que nuestro perro daría la
vida por nosotros, y que la naturaleza es cruel. Muy cruel.
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