Un hombre y su hijo de la provincia de
Hunan, en China, han tenido una divertida y lucrativa idea: crear réplicas de
Transformers gigantes utilizando partes de los autos y pedazos de chatarra de
metal.
Si bien son granjeros de profesión, Yu
Zhilin y su hijo Yu Lingyun, comenzaron a
construir estos modelos en 2007, cuando se dieron cuenta del potencial que
podía tener la idea en el mercado chino. Y su intuición estaba en lo cierto,
porque han logrado sacar provecho de la obsesión que tiene el país asiático con
estos personajes. Hasta ahora, han recaudado alrededor de 170.000 dólares al
año vendiendo las armaduras.
El padre, quien tiene habilidades
artísticas, creó los diseños a partir de las imágenes que bajo de internet, y
con la asistencia de su hijo, pudo usar partes viejas de auto. El primer modelo
les llevo tres años para completar y hoy los construyen en una pequeña fábrica
que fundaron ellos mismos.
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