Para conseguir resultados es muy
importante que seamos constantes y que nos centremos en la actividad que
estamos llevando a cabo, liberando nuestra mente de preocupaciones y cualquier
pensamiento negativo.
Si eres de esas personas que ya lo han
probado todo con tal de conseguir un sueño reparador por las noches, estamos
seguros de que esta información te va a servir de ayuda.
Todos sabemos que hablar de ejercicio
físico antes de acostarnos es algo que nos sorprende y que, por lo general, no
es recomendable. Salir a correr o andar puede activarnos demasiado y lo más
conveniente es que, dos horas antes de ir a la cama, entremos ya en un adecuado
estado de calma.
De ahí, que sea muy acertado poner en
práctica estos ejercicios suaves y relajantes que nos van a ayudar a armonizar
nuestra respiración, nuestra mente y nuestro cuerpo, para prepararlo de cara al
descanso.
Los beneficios de los ejercicios
suaves para prevenir el insomnio
Hay quien practica yoga, otros
prefieren el taichí. No importa cuál sea tu tendencia o tus gustos a la hora de
ejercitar tu cuerpo. En este caso, lo que buscamos ante todo es un tipo de
ejercicio que nos sea de utilidad para evitar el insomnio.
Los especialistas del sueño
recomiendan hacer ejercicios suaves una hora antes de dormir.
Se busca, ante todo, relajar nuestro
cuerpo y nuestra mente.
Necesitamos, además, depurar los
pensamientos negativos del día y las preocupaciones, para conseguir un
equilibrio interno que facilite un sueño tranquilo y reparador.
Este tipo de ejercicios suaves están
muy recomendados, por ejemplo, para personas con altos niveles de estrés. Con
ellos se consigue que acaben la jornada gestionando un poco mejor toda ese
energía acumulada durante el día, canalizarla y dejarla escapar de modo
saludable.
Como dato que tener en cuenta, debes
saber que estos ejercicios suaves solo tendrán su efecto si somos constantes y
lo practicamos cada día.
Recuerda también que 2 horas antes de
acostarnos es recomendable que apaguemos todos los aparatos electrónicos. Las
ondas de estos dispositivos son muy estimulantes, así que lo mejor es dejar de
consultar el ordenador, relajarnos y seguir estas recomendaciones tan
sencillas.
1.
Postura de calma
Lo primero que vamos a hacer es
colocar la almohada bajo nuestra espalda de forma longitudinal. Túmbate sobre
ella boca arriba, tal y como ves en la imagen superior, cuidando ante todo de
que tu espalda y tu cabeza reposen sobre ella.
Separa las rodillas, junta las plantas
de los pies y relájate en esta postura. Permite que los brazos descansen
también de la forma que te sea más cómoda, o bien extendiéndolos o uniendo las
manos sobre tu cabeza. Permanece en esta
posición 10 minutos, respirando e inspirando con profundidad.
2. Postura de la media vela
Es importante saber que esta serie de
ejercicios se deben llevar a cabo siempre que nuestro cuerpo lo permita. Es
decir, si tienes algún problema de espalda deberás ir con más calma y llegar
donde te sea posible y encuentres comodidad.
La postura de la media vela es tan
sencilla como relajante. Basta con tumbarte sobre la cama y levantar las
piernas para dejarlas apoyadas sobre la pared. Nada más. Pon las manos sobre tu
vientre y respira con tranquilidad, relajándote y liberando tu mente. Permanece
así 10 minutos.
3.-
Flexión de recogimiento interior
Con esta postura buscamos solo
aislarnos del exterior para entrar en contacto con nuestros pensamientos, en
calma, sin presiones, buscando la comodidad de nuestro cuerpo.
Siéntate sobre la cama con las piernas
cruzadas y coloca ante ti dos cojines. Ahora inclínate sobre ellos para relajar
la cabeza y los brazos. Escucha tu respiración, toma aire con tranquilidad y
déjalo escapar.
Piensa que estás en el interior de una
burbuja en calma, en paz y protegida.
4. Postura de la serpiente
No te asustes por el título. Las
serpientes son flexibles, se adaptan, son ligeras y no pesan. Lo que vamos a
intentar es encontrar una postura donde la espalda y la mente entren en armonía
y equilibrio.
Túmbate boca arriba y dobla tu rodilla
derecha, acompañándote de tu cadera para ir al lado izquierdo. Extiende un
brazo y, con la otra mano, haz presión para que esa rodilla que tienes en el
aire llegue a tocar la superficie de la cama. Permanece en esta posición 5
minutos, y repite lo mismo en el otro lado del cuerpo.
Consideraciones que debes tener en
cuenta
Para que estos ejercicios suaves
tengan su efecto y nos permitan tener mejor calidad de sueño, es necesario que
los realices una hora antes de ir a dormir. Hazlos en un lugar cómodo, encima
de la cama o bien en una colchoneta sobre el suelo.
Ponte ropa cómoda y recuerda siempre
acompañar cada movimiento con un pensamiento libre de preocupaciones. Cada
flexión, cada postura debe ayudarte no solo a dar flexibilidad a tu cuerpo,
sino también a relajar tu mente para liberarte de sobrecargas físicas.
Si empiezas hoy mismo y eres
constante, verás resultados. ¿Te animas?
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