La única manera de avanzar y de crecer
es moverse. Por eso sigue caminando, aunque todo parezca ir mal, aunque las
cosas se pongan difíciles. Piensa que solo caminando lograrás llegar a alguna
parte, en cambio si te paras y te bloqueas, ¿cómo avanzarás?
A lo largo de nuestra vida nos iremos
encontrando con piedras en nuestro camino que deberemos sortear. Son
dificultades que saldrán a nuestro encuentro aunque nosotros creamos que no nos
las merecemos.
Si no arriesgas, no ganas
Cuando nos encontramos con
dificultades en nuestro camino, normalmente no sabemos cómo actuar. Es
totalmente normal. Los problemas surgen como algo nuevo y, si no los hemos
vivido antes, no sabremos cómo proceder.
Pero, si no arriesgas, no ganas. El
miedo no te permitirá conseguir todo lo que tienes en tu mente. Sí, cada uno de
nosotros camina por el sendero que ha escogido. Si ves que no tiene salida, tan
solo hay que escoger otro.
Eso sí, ninguno de ellos está libre de
pruebas, errores y equivocaciones.
Tenemos muchos miedos: miedo al
ridículo, miedo a fallar, miedo a cometer errores, miedo a no ser lo
suficientemente buenos… Todos esos temores los sufres tú, pero también la
persona que tienes al lado y aquella otra también.
Son miedos normales y, si los sabes
gestionar, te impulsarán hacia adelante.
Toma todos tus miedos y úsalos a tu
favor. No permitas que te paralicen, ¡tienes que arriesgar! No te mereces
quedarte bloqueado sin hacer nada. El miedo no es algo que debas temer.
¿Sabes la cantidad de cosas que puedes
lograr si vences el miedo?
Aprendo de mis errores mientras camino
Todos cometemos errores y
equivocaciones. Algunas personas desearían cambiar el pasado para no tener que
volver a cometerlos, pero lo que no saben es que esos errores han construido lo
que son hoy en día.
Porque los errores y las
equivocaciones no son algo negativo.
Todo lo que nos ocurra, las
experiencias, las vivencias, absolutamente todo marca el camino que escogemos,
la persona en que nos vamos convirtiendo. Somos seres llenos de experiencias,
de emociones, que cambian constantemente en función de sus errores y aciertos.
No temas a los errores porque de ellos
se aprende mucho. ¿Te imaginas una vida sin errores? No es el hecho de que todos
fuéramos perfectos, sino que no habría avance. ¿Cómo aprender las cosas si no
fallamos? ¿Cómo avanzar si nada nos paraliza?
Los errores nos permiten pararnos un
momento a reflexionar cómo estamos caminando por el sendero de nuestra vida.
Solo así vemos qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal.
Gracias a esto podemos saber qué
opciones escoger, qué soluciones dar. Las equivocaciones son necesarias para
seguir caminando.
No pasa nada. Tienes que fijarte en tu
meta, en lo que quieres conseguir, en lo que verdaderamente quieres llegar a
ser. Nadie puede arrebatarte eso, excepto tú mismo.
Si quieres algo, si en verdad deseas
alcanzar tu meta, mantente firme y, sobre todo, persevera.
Da igual las equivocaciones que puedas
cometer, da igual la cantidad de personas que dejen de confiar en tus
posibilidades. Solo tú debes creer en tu sueño y lograrlo. Porque, ¿sabes qué?
El camino que estás recorriendo es
tuyo, solo tuyo y de nadie más. Solo tú podrás llegar a la meta, los demás
llegarán a otras de caminos diferentes.
Por eso, no te dejes influenciar por
lo que puedan pensar. Mantente firme en lo que quieres, sigue caminando y que
nada te detenga. Es tu camino, son tus sueños, tus errores, tus equivocaciones,
tus frustraciones, tus miedos…
Sigue caminando porque alcanzarás todo
lo que te propongas si así lo deseas realmente. Porque eres capaz de llevar a
cabo todo lo que deseas.
Solo tienes que perseverar y no dejarte
vences por las dificultades que vengan. Los caminos de rosas no existen. Pero
la satisfacción de haber superado las adversidades te llenará mucho más.
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