Varias
narraciones sobre tribus, dioses y elementos del folclore de Brasil, país rico
en culturas.
Brasil
es una hermosa tierra, con una rica historia y cultura en la que se mezclan la
herencia de los pueblos precolombinos e indígenas con las influencias de las
culturas europeas. Son muchos los mitos y leyendas brasileñas que han surgido
con el paso de los tiempos, las cuales pretenden dar una explicación al mundo,
la realidad y los diferentes fenómenos y sucesos que preocupaban o asombraban a
sus pobladores.
De cara
a ejemplificar y mostrar el folclore de dicha tierra, a lo largo de este
artículo vamos a ver una decena de diversas de las leyendas brasileñas.
Una
decena de leyendas brasileñas
A continuación,
os presentamos una decena de mitos y leyendas brasileñas, muchas de ellas
versando sobre el orígen de elementos naturales y/o fenómenos como el arcoíris,
las pesadillas, algunas frutas o animales o incluso elementos propios de las
creencias religiosas de sus nativos.
1. El
nacimiento de la noche
Uno de
los fenómenos que siempre ha llamado la atención a todas las culturas y sobre
la cual estas siempre han buscado una explicación es la llegada de la noche, y
las leyendas precolombinas de las tribus que poblaban Brasil no son la
excepción.
Dice la
leyenda que al principio de los tiempos sólo existía el día, pero un día la
hija de la Cobra Grande le dijo a su marido que deseaba ver la noche. A pesar
de que su esposo le decía que esta no existía, ella insistió en que sí lo hacía
y que su padre la guardaba. El marido envió a sus empleados a casa la Cobra
Grande en búsqueda de la noche.
La
Cobra Grande decidió satisfacer la voluntad de su hija, dándoles a los
empleados de esta un coco de tucumán en el cual la albergaba pero
advirtiéndoles de que no lo abrieran o de lo contrario todo oscurecería. Sin
embargo, en el viaje de vuelta la curiosidad les pudo e incumplieron la
recomendación del dios, abriendo el coco y provocando que apareciera la
oscuridad.
Junto
con ella aparecerían las criaturas de la noche y diversos animales. Únicamente
la hija de la Cobra Grande entendería lo que había sucedido, decidiendo para
poner fin a la oscuridad arrancarse un cabello y pasarlo por en medio de ella:
esta acción separaría lo claro de los oscuro y haría que volviera el día, pero
teniendo como resultado que en adelante la mitad del tiempo fuera de día y la
otra mitad de noche, naciendo la sucesión actual entre ambos momentos. Además,
los empleados fueron castigados, siendo transformados en monos.
2. Las
cataratas de Iguazú
Existen
también numerosas leyendas que nos hablan de la historia del surgimiento de
diferentes accidentes geográficos de Brasil. Una de ellas es la leyenda de las
cataratas de Iguazú.
Dicha
leyenda nos cuenta que la gigantesca serpiente Boi habitaba en el río Iguazú, a
la cual los nativos guaraníes ofrecían en sacrificio a una joven a la cual
arrojaban al río. Sin embargo, en una ocasión un hombre de nombre Tarobá se
enamoró de la joven Naipí, quien iba a ser el sacrificio de dicho año.
Tarobá,
que anteriormente había intentado convencer a los ancianos del pueblo para que
no la sacrificaran, decidió coger una canoa y raptar a la joven para salvarla.
La gran serpiente, furiosa ante el rapto del que iba a ser su sacrificio, los
persiguió y terminó por golpear el río, dividiéndolo en dos de tal modo que
Tarobá y Naipí fueron atrapados y creando junto con ellos las cataratas de
Iguazú. Las aguas que caen de ellas son el cabello de la joven, mientras que
Tarobá terminaría siendo transformado en árbol. La gran serpiente los vigila
desde el fondo, pero cuando en las cataratas se forma el arcoiris ambos jóvenes
se reencuentran.
3. La
leyenda de Ajuricaba
Algunas
de las leyendas originarias de Brasil hacen referencia también a fenómenos
históricos de gran relevancia, como la vivencia por parte de la población
indígena de la llegada y los conflictos y luchas con los primeros europeos y
concretamente en este caso de los portugueses. También nos cuenta la historia
de uno de los líderes indígenas más conocidos de la tribu de Manaós, Ajuricaba.
Dice la
leyenda que Ajuricaba nació frente al Río Negro, siendo pronosticado por su
abuelo que se volvería el líder de su pueblo y que sería siempre protegido por
la diosa del río, Maori. Sus proezas y espíritu guerrero eran notables ya desde
joven. Sin embargo, un día llegaron las grandes embarcaciones de los primeros
europeos en arribar las costas de Brasil, comandadas por Belchior Mendes y con
un armamente muy superior. Pronto estallaron los conflictos entre ambos
pueblos, los cuales se mantuvieron durante años.
Los
portugueses se retiraron hasta en cinco ocasiones, pero sabiendo que volverían
el abuelo de Ajuricaba le daría a este el mando del combate. Ajuricaba
utilizaría múltiples emboscadas y lucharía con valor, pero en una de las
batalles sería finalmente hecho prisionero y encadenado por los portugueses,
que planeaban usarlo como trofeo de guerra y llevarlo a Portugal. Sin embargo,
antes de llegar a ello Ajuricaba decidió morir: se arrojó al río, en manos de
la diosa que su abuelo pronosticó que le protegería. Se dice que en noches de
luna llena aún puede verse en el río una canoa blanca, en la cual viaja
Ajuricaba.
4. La
leyenda del Río Amazonas
El
Amazonas es el río más largo y caudaloso del mundo, siendo una fuente
importante de agua y vida para los territorios para los cuales pasa, incluyendo
Brasil. En esta tierra también existe una leyenda respecto a su origen.
Dice la
leyenda que en un tiempo en que los animales aún no podían hablar, el Sol y la
Luna se enamoraron mutuamente. Sin embargo, pronto ambos fueron conscientes de
que su amor era imposible, ya que su cercanía provocaba la destrucción del
otro: mientras la Luna apagaba al Sol éste derretía la Luna.
Y no
solo eso, sino que su unión provocaría inundaciones que terminarían con la
Tierra. Ello haría que finalmente decidieran separarse, algo que provocaría que
la Luna llorara desconsolada durante días. Sus lágrimas llegaron al planeta,
pero el hecho de que fueran agua dulce haría que fueran rechazadas por el mar,
de tal manera que terminarían por transformarse en un gigantesco río: el
Amazonas.
5.
Curupira, el guardián del bosque
Las
tribus indígenas brasileñas valoraban en gran medida la importancia de la selva
y los bosques, los cuales poseen su propia criatura/deidad protectora. Estamos
hablando de la leyenda del Curupira, propio del tupi.
Este
poderoso ser es de pequeño tamaño pero cuenta con gran fuerza y velocidad, se
suele describir como calvo o pelirrojo y de orejas grandes y una de sus
características más distintivas es el hecho de que tiene los pies invertidos
(es decir, mirando hacia la espalda en vez de hacia el frente).
Se
trata de un protector de los árboles, los animales y la naturaleza, a menudo
haciendo perderse y olvidar el camino de vuelta a quienes lo invaden y dañan
como castigo.
Cazadores
y leñadores suelen ser sus enemigos, interrumpiendo sus actividades (si bien
tolerando la caza en aquellos que la llevan a cabo por hambre). Debido a la
inversión de sus pies, sus huellas también resultan tremendamente confusas,
algo que hace difícil dar con él. También se dice que a veces se lleva a los
niños al interior de los bosques para enseñarles a amarlos, devolviéndolos
junto a sus familias cuando cumplen siete años de edad.
6. La
Pisadeira
Una de
las leyendas de Brasil nos habla de la criatura conocida como la Pisadeira, la
cual es considerada la representación física de las pesadillas.
Esta
criatura tiene cuerpo de anciana esquelética, con uñas largas y amarillentas,
nariz de halcón, y boca abierta de la cual únicamente surgen carcajadas
horribles que solo quienes ella elige pueden oír. Se dice que esta criatura
acecha a las personas desde los tejados, saltando sobre el pecho de los
dormidos (especialmente tras la somnolencia posterior a la cena) y generando
una asfixia que paraliza a su víctima.
Esta es
consciente de lo que ocurre, pero no es capaz de moverse o reaccionar y
frecuentemente tendrá la sensación de estarse ahogando y a punto de morir al
despertarse. La Pisadeira puede encontrar más divertida la situación en cuanto
mayor miedo tenga la persona, pudiendo prolongar y repetir su ataque.
7. La
leyenda del Guaraná
Entre
los múltiples mitos y leyendas existentes en Brasil, podemos encontrar muchos
que hacen referencia al origen de alimentos propios de dichas tierras. Una de
ellas es la que nos habla del Guaraná.
Dice la
leyenda que una pareja de indígenas de la tribu Maués llevaban años conviviendo
y deseando tener hijos, no habiendo conseguido engendrar. En una ocasión le
pidieron al dios Tupá que les concediera dicha gracia, algo a lo que el dios
respondió dándoles un hijo sano y bueno que conforme pasaba el tiempo iba
creciendo.
Pero el
dios de la oscuridad Jurupari empezó a envidiar al niño y su fuerza, paz y
felicidad, tomando la decisión de acabar con él: en un momento que el pequeño
fue a recolectar fruta el dios se tornó serpiente y le mordió, matándolo con su
veneno. Los padres quedaron desolados, pero el dios Tupá mandó una tormenta que
la madre entendió como una indicación de que debía plantar los ojos de este: de
ellos nacería una planta capaz de dar fuerza y vigor. Haciéndolo, los afligidos
padres descubrieron que de los ojos de su hijo nacería el guaraná, cuyas
semillas de hecho recuerdan al de los ojos humanos.
8. La
leyenda del Açaí
Aunque
no muy conocido en occidente, el açaí es el fruto de una palmera de gran
importancia para los pueblos del Amazonas y gran relevancia en el territorio de
Brasil. Este fruto se consume desde tiempos precolombinos, y existe una triste
leyenda respecto a su origen.
La
leyenda nos cuenta cómo hace mucho tiempo una tribu situada en el río Pará
sufría una época de gran escasez, con lo que el crecimiento continuado de la
población suponía un serio peligro para la supervivencia. Debido a la crítica
situación el líder, de nombre Itaki, acordaría con el consejo de la tribu que
en adelante se sacrificaría a todo bebé que naciese. Sin embargo, un día su
hija Iaçá quedó embarazada y daría a luz a una niña. El consejo exigió que se
cumpliera con lo acordado, algo a lo que Itaki accedería pese a las súplicas de
Iaçá.
Tras la
muerte de la pequeña Iaçá pasaría días encerrada en su tienda, rezando al dios
Tupá con el fin de que el líder de la aldea aprendiese una manera de arreglar
la situación sin que tuviesen que morir más niños. En la noche, la mujer oyó un
lloro, al cual siguió hasta una palmera. Allí vio a su hija, sonriendo,
abalanzándose para abrazarla. Sin embargo, al tocarla solo encontró la palmera,
algo que haría que abrazada a ella llorara tristemente.
Sin
embargo, al día siguiente la mujer amaneció, aún abrazada, muerta pero alegre a
la par que miraba las hojas de la palmera. Al ver el cuerpo y la dirección de
su mirada, su padre Itaki descubrió unas pequeñas frutas, el açaí, del cual se
pudo obtener vino. El nacimiento de dichos frutas provocó que su pueblo pudiera
disponer de alimento, algo que a su vez haría que se cesaran los sacrificios al
ser ya innecesarios. Las frutas recibieron el nombre inverso al de la hija del
líder, Açai.
9. La
leyenda del uirapurú
Una de
las aves cuyo origen ha sido representado por las leyendas y mitos de los
pueblos originarios de Brasil es el uirapurú. Este ave de hermoso canto fue
tenido por un ser mágico y sobrenatural, hasta el punto que sus plumas son un
amuleto de la suerte en lo que respecta al amor.
Según
la leyenda que nos cuenta su origen, había una vez una tribu en la cual dos
mujeres se habían enamorado del mismo cacique, el cual debía escoger a una para
convertirla en su esposa. El cacique decidió que la escogida sería aquella con
mejor puntería, estableciendo una prueba de tiro con arco del que una de ellas
resultó vencedora. La otra mujer, de nombre Oribici, lloró desconsolada y rezó
al dios Tupá para que la transformase en árbol de tal manera que pudiera seguir
viendo a su amado sin que este lo supiera.
El dios
así la hizo, algo que hizo posible que Oribici fuera poco a poco testigo de
cómo su amado era feliz y estaba profundamente enamorado de su esposa. La joven
decidió partir hacia el norte, donde viendo Tupá su tristeza la hizo pequeña y
le otorgó el don del canto con el fin ayudarla a aliviar su dolor. Así, la
transformó en el uirapurú.
10.
Iasá y el origen del arcoiris
Esta
leyenda cuenta cómo una joven de la tribu Cashinahua, Iasá, era tan hermosa que
el dios Tupá se enamoró de ella, algo a lo que ella correspondía llegando ambos
a formar una pareja enamorada y feliz. Sin embargo también el demonio Anhangá
llegaría a fijarse en la muchacha, el cual con el fin de impedir que se
comprometiera con Tupá y conseguir su amor acudiría a la madre de la mujer con
el propósito pedirle su mano, ofreciendo a cambio toda el alimento que
necesitara para el resto de su vida si le era concedida. La madre accedió al
trato, debiendo entonces Iasá casarse con el Anhangá y separarse de Tupá.
Iasá le
pidió a su futuro esposo que le concediera el deseo de volver a ver a su amado
Tupa antes de acceder a casarse y vivir en el inframundo. El demonio aceptó
pero pondría una condición: cortarse en el brazo con el fin de que la sangre
creara un camino que pudiera seguir.
Sabiendo
esto y con el fin de despistar a Anhangá, Tupá intentaría con la ayuda de los
dioses del Sol, el Cielo y el Mar crear diferentes trazos de distintos colores
(amarillo, azúl cielo y azúl marino respectivamente) que hicieran el el demonio
perdiera la pista de Iasá. La mujer, sin embargo, iría perdiendo fuerzas a la
par que perdía sangre, hasta el punto de caer al suelo y morir en la playa, no
llegando a reencontrarse con su amado. La mezcla de su sangre y el polvo de la
arena que surgiría de su choque contra el suelo iría formando asimismo trazos
naranja, violeta y verde. El conjunto de todos estos rastros formaría el primer
arcoiris.
Referencias
bibliográficas:
Gómez,
A.M. y Palma, V. (2011). Leyendas de la Amazonia Brasileña. Colección Orellana,
22. Secretaría General Técnica. Ministerio de Educación. Embajada de España en
Brasil.
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