El fotógrafo Christopher Jonassen nos brinda la epifanía culinaria sideral de que los sartenes queman como las superficies de algunos planetas.
La feliz coincidencia entre los rasgos que genera freír en una sartén y la superficie de un planeta es suficiente para entablar un sistema de signos y correspondencias entre gigantes de gas, mundos extraterrestres y el aceite, la llama azul de la estufa y el bolo alimenticio. En suma el paso del tiempo, los vientos cósmicos y el fuego que dejan una estética impresa.
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