Cuentan que una vez una
expedición que iba a darle la vuelta al mundo en globo, se vio atrapada en un
cúmulo de nubes a 6000 metros de altura, nubes tan espesas y extensas que el
globo se empezó a cubrir de escarcha.
Esto hacía que perdieran peso
rápidamente y la única forma de salir de allí era poder salir por encima de las
nubes para que el sol deshiciera la escarcha y que ahí el otro globo les
asistiera.
Pero descendían rápidamente,
empezaron entonces a tirar las cámaras de video, el equipo la ropa y hasta los
libros, hasta que finalmente se quedaron solamente con lo que andaban puesto y
con su fe y oración.
El globo comenzó poco a poco a
salir hasta que los rayos del sol empezaron a derretir ese hielo en el globo y
pudieron ser asistidos.
Muchas veces en nuestras vidas
sentimos que todo va hacia abajo, y que cada vez hay más peso que nos lleva
hacia el abismo.
Jesús mandaba a sus apóstoles
sin nada adicional, más que su ropa y un bastón, para enseñarles a confiar en
Dios y no en lo material que tenían.
Nosotros estamos atados a
dinero, comodidades, lujos, autos y casas, y por eso muchas veces sentimos que
vamos hacia el vacío.
Deja todas esas cosas
materiales, así como tus rencores, odios y tristezas. Confía solamente en Dios,
y Él sacará tu globo a flote por encima de las nubes y su luz te librará de
todas las cosas que pesaban sobre tu vida.
Sigue adelante. ¡No desmayes y
confía!
Autor: Arturo Quirós Lépiz
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