Lynlee Hope es una niña de Lewisville,
Texas (Estados Unidos), de unos meses de vida cuyo caso ha dado la vuelta al
mundo.
Y es que su nacimiento oficial, el día
que quedará registrado como el de su cumpleaños, no fue realmente la primera
vez en la que Lynlee salió al mundo.
Y es que cuando su madre estaba
embarazada de 16 semanas se realizó una ecografía que reveló que la niña tenía
un tipo de tumor infantil en el coxis, conocido como teratoma sacrococcígeo.
Por la posición de la pequeña, el
tamaño del tumor que ponía en riesgo su vida, puesto que estaba desviando la
sangre de la bebé y podía derivar en una insuficiencia cardíaca.
Esto hizo necesario que se le sometiera a una doble intervención.
Así, hubo que sacar al bebé del útero,
como si se tratara de una cesárea; la operaron para extirpar el tumor y
volvieron a introducirla en el vientre de la madre para completar la gestación.
La niña tenía solo 50% de
posibilidades de sobrevivir, pero decidieron arriesgarse. En aquel momento
Lynlee permaneció unida a la placenta por medio del cordón umbilical, y
respirando por allí.
La cirugía se realizó en la semana 23
de embarazo, cuando el tumor ya estaba presionando el corazón de la pequeña.
Y es que el tumor y la niña eran casi
del mismo tamaño en el momento en que se realizó la operación.
La cirugía no fue fácil, y el corazón
de Lynlee se detuvo mientras la mayor parte del tumor era extirpado.
Sin embargo, la beba resistió y,
cuando la operación terminó fue colocada otra vez dentro del útero. La madre
pasó las siguientes 12 semanas en reposo, ya que la pequeña estaba terminando
de madurar dentro del vientre materno.
La niña nació “por segunda vez” el 6
de junio de 2016. Días después, fue operada para extraer los restos del tumor,
y luego comenzó a mejorar.
En la actualidad la pequeña ya se
encuentra en casa recuperándose y con ganas de iniciar el principio de su
andadura en la vida.
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