viernes, 29 de enero de 2010

NO HABLES MAL DE LA VIDA AJENA


No hables mal de la vida ajena.
Solo lo hacen las personas frustradas y pobres de espíritu.

Si no puedes decir todo lo bueno que sabes de alguien, no digas nada.

Hablar mal del prójimo es el arma de los débiles, de los envidiosos y de los incompetentes.

Si haces así, perderás la confianza de las personas, e inevitablemente, los amigos se apartaran.

Dí todo lo que sepas de bueno de una persona, aunque por mala que sea, siempre tiene su lado bueno.

Con discreción y buen ejemplo, tu atraerás la confianza de todos.

Iran Ibrahim Jacob

ELIMINA LOS NO PUEDO



La mente es un motor que puede impulsarnos a la derrota o al triunfo. La mayoría de nosotros desde la niñez fuimos incorporando día a día mensajes de aliento o de desaliento que quedaron grabados a fuego en la mente.

Si poco a poco tratáramos de reemplazar los pensamientos negativos que nos invaden por pensamientos positivos nos sentiríamos mejor, nos enfermaríamos menos y la vida nos resultaría más simple... más sencilla.

Cuando fijamos un pensamiento negativo en nosotros ante determinada situación, el mismo se reitera ante situaciones iguales o semejantes a lo largo de nuestra vida.

Los pensamientos son fuerza y energía que genera la mente.
Por lo tanto es importante impregnarnos de pensamientos positivos y estimulantes y además tener fe en nosotros mismos.

Si ante los desafíos que nos presenta la vida dejamos que nos dominen pensamientos negativos, de desvalorización, de desamor, de desaliento esos pensamientos nos llenaran de piedras el camino y en determinados momentos decidiremos dejar de caminar por él o detendremos momentáneamente la marcha.

Es importante cuando anhelamos algo tener pensamientos positivos: fuerza, fe, y un íntimo deseo de ver lo que deseamos como una realidad. Dejar de lado el miedo, la inseguridad, sentirnos seguros y asumir que somos capaces, que vamos a poder, que somos valiosos e importantes.

Debemos eliminar los NO PUEDO que tantas veces nos hacen perder oportunidades maravillosas y únicas. Todo depende de nosotros... de nuestros pensamientos.

Todos transitamos por la misma ruta. Podemos ver las piedras del camino como grandes e insuperables obstáculos o podemos verlas como pequeños desafíos.

Podemos tropezar, levantarnos y seguir con fe y esperanza o podemos quedarnos paralizados allí... Depende pura exclusivamente de nosotros.

GRACIELA DE FILIPPIS (Q.E.P.D)

jueves, 28 de enero de 2010

ESTOS SON CONSEJOS.



El Sr. Silvestre González es un personaje muy particular, tiene 89 años y todos los días se toma un vaso de torito de cacahuate... Él radica en un pueblo cerca de Tlacotalpan, Veracruz, de donde es originario, así que su vocabulario es característico del lugar.

Un día le dijo a su nieto : "Mira m´hijo, pa´que dejes de andar de pobre y molestando, te voy a dar unas cuantas sugerencias pa' que vivas bien, y no nomás sobrevivas... ¡mírame a mí, estoy en la flor de la vida!:

1.- Agradece por todo ( No te quejes ), DALE GRACIAS A DIOS QUE ESTÁS, QUE SIGUES, QUE VIVES....
Nomás piensa que a otra bola de tontos, ya se los cargó la tía de las muchachas!

2.- Cuando puedas comer, COME, cuando puedas dormir, DUERME, cuando puedas disfrutar, DISFRUTA, cuando puedas trabajar, TRABAJA y si aún puedes, échate unos tragos, juega dominó, o ponte a chiflar en la regadera, y da gracias a Dios porque tienes SALUD! (No te la pases quejando: ¡ayyy si hubieraaaa!..)

3.- Si en la noche no puedes dormir, sí estás vuelta y vuelta en la cama, pos' párate y ponte a hacer algo, porque si te quedas acostado con los ojos pelones vas pensar puras tonterías! ( Y lo peor es que te paras y las haces.... Sí ya de por sí...)

4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, (calentamiento global, crisis financiera, etc.), mándalos a la goma, no los vas a arreglar tú (y luego ni les entiendes, no te hagas tonto!!), y dale pa´que los que pueden los arreglen...Pero tú ocúpate de los que se ven más chiquitos, pero que están en tus manos... Atiende esos, los demás no valen la pena!!

5.- Si te dan, agarra; todo lo que te den, agárralo, aprovéchalo, así sea un golpe, un beso (¡de mujer, no seas maricón!) o una cosita cualquiera, porque uno vive pensando que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan, así que tú agarra y no te hagas tonto!

6.- No agarres lo que no es tuyo, ni el caballo, ni el pañuelo, ni el sombrero, ni el dinero ni a la mujer de otro, lo ajeno respétalo, es de otro, cada quien tiene lo suyo, lo que se gana y lo que se merece!

7.- Lo que hagas, hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto, y hazlo bien o no lo hagas, y déjate de tonterías, olvídate de las envidias, tú a lo tuyo.

8.- Cuídate de los malosos y aléjate de los tontos, fíjate bien cómo son (hay muchos y tienes imán pa' estos), conócelos y nunca seas como ellos... Ayuda a tus amigos, no hables mal de la gente, ni de los malvados no de los tontos, sé orgulloso, pero no seas arrogante ni engreído... Sé humilde, no agachado, sé valiente, no imprudente... Cuando ganes, sonríe, cuando pierdas, no llores....


9..- Nunca te preocupes por lo que no tienes, por lo que no puedes comprar, cuánta gente que tienen todo el dinero del mundo están en el bote, enfermos o pegados a un hospital; tienes algo más valioso que es tu gente y tu salud, esas son las que valen!

10.- Olvídate de la muerte (¿Sí me entiendes, no?), que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar y no seas tú el que se preocupe porque ya te va a llevar!

Así o más claro??

EL PERDÓN



Tu vida está plena de logros, luchas y grandes esfuerzos.
Y aunque a veces no parezca cada día te vas acercando paso a paso a lo que tú quieres.

Pero ten cuidado, puedes tener Un enemigo capaz de destruir sin piedad lo que con tanto trabajo has construido.

Me refiero a tus propios resentimientos.

El resentimiento es como tomar un veneno. Para tratar de envenenar a otro.
Mientras el dolor pasa, el rencor se queda, Lo agravas, como a una herida que no se deja sanar.

El resentimiento es un monstruo, que puede tener el tamaño que le des.
Lo puedes alimentar con los pensamientos de queja y de autocompasión.
Entre más lo crezcas más partes de tu vida invadirá.

La energía que le das a ese fantasma, es la misma que puedes usar para construir tus sueños o la vida más plena y feliz que te mereces.
Quien no perdona, sin darse cuenta, poco a poco se aísla; empieza a olvidar o dejar de disfrutar lo grato de su vida.

Con el rencor te haces mas difícil, lo difícil, y lo agradable se opaca con el tormento de la amargura.

Digno no es quien resiente, Digno es quien perdona.

Que estúpida es la venganza que mantiene anclado el dolor.

La venganza sabia es dejarlo ir, seguir adelante, es construirse en vez de destruirse.

El perdón es un regalo para si mismo.
Es regalarse la paz.
Es soltar la carga.
Es decidir: mirar la luz de nuevo y con determinación caminar hacia ella,
Hacia lo mejor de ti, de tu vida.

No perdones para que el otro cambie. Acéptalo, el otro nunca va a ser como tú quieres, Eso no depende de ti.

No le des a nadie el poder de hacerte infeliz
Perdona porque decides hacerlo, Retoma tu poder
Tu inmensa capacidad de construir tu propia tranquilidad.

«Nunca supiste lo hermoso que eras, pues nunca realmente te miraste a ti mismo, nunca miraste quién eres y lo que eres. ¿Quieres ver cómo es Dios? Ve y mira en un espejo: lo estás mirando directamente a la cara.»
Ramtha

martes, 26 de enero de 2010

LA MALA Y LA BUENA SUERTE



Muchas personas creen que nacieron con buena suerte y otras con mala suerte. Todas ellas están equivocadas.

La suerte, mala o buena, no existe. Es un calificativo que utilizamos según como nos salgan las cosas.
Lo que si es cierto es que todos tenemos la facultad para esperar que las cosas se nos den como queremos. Pero esto depende de nosotros mismos.

En otras palabras, la buena suerte se le da con seguridad a aquellas personas que la buscan a través del trabajo honesto, de la dedicación, de la perseverancia, que tienen fe y que si caen se vuelven a levantar persistiendo hasta lograr lo que se proponen.

La buena suerte siempre acompaña a las personas que en vez de estar quejándose de su mala situación, buscan cualquier oportunidad para mejorarla, que en vez de estar criticando y juzgando mal a los demás, aprovechan oportunidades para felicitarlos y desearles aún más éxitos.

La buena suerte acompaña a todos aquellos que están conscientes de que cada quien cosecha lo que siembra, y que hay que estar sembrando todo el tiempo para estar cosechando cosas buenas todo el tiempo...

Desconozco su autor

PINGUINO PING PONG



miércoles, 20 de enero de 2010

DATE UNA TREGUA



Cuando el corazón se canse de sufrir y la voluntad de batallar y el alma de esperar; date una tregua.

También las hojas cabecean ante el sopor del sol, y la lumbre se hace brasa, y las estrellas se ocultan, y los pájaros se duermen y el paisaje se desvanece, no pares el motor de tu vida dale una tregua, no para desistir, sino para reponerte, no para claudicar, sino para reparar fuerzas, no para quedarte parado, sino para revisar detrás de tu horizonte y empezar a configurarte y a planear detrás de la tregua.

El agobio es un polvo que asfixia; la fatiga una niebla que ciega; las tensiones, un estirar que explota; la falta de tiempo un desasosiego que acelera; los contratiempos diarios, pequeños impactos que enervan.

Cuando se acumule mucho sobre tus nervios y tu resistencia, date una tregua; pero no desistas, no te amargues, no te destruyas; aunque cueste seguir en pie, date una tregua; pero vuelve a crecer, vuelve a cosechar, vuelve luchar; vuelve a la brega diaria, pero sin sombra en el espíritu, sin flaquezas en el ánimo, sin desfallecimiento en el corazón.

Si tienes capacidad para el amor, gratitud en el alma; voluntad para servir, alcance en la inteligencia, de ti mismo brotará la recuperación; Por alguna de esas corrientes volverá a fluir el deseo, las ganas, el impulso; Llevas dentro el manantial, la fibra, el motivo que te hará decir; derrumbamiento y derrota, no; un esfuerzo y un Dios, si.

Y mas allá de las fronteras que vives ahora, verás florecer de nuevo tu vida levantarse de nuevo tu árbol y agigantarse de nuevo tu figura.

Pon tus alas sobre la cabeza, pero déjales espacio para remontarse; pon tus sueños en los pies, pero dales un largo recorrido de huellas divinas; pon tus ambiciones en la tierra, pero mirando el cielo y poniendo la meta en alguna estrella encendida.

Ponte tú, en las manos de Dios; date una tregua para nivelarte en Cristo y de pronto encontrarás que la vida tiene muchas bellezas y que tienes ganas de vivirla.


Desconozco su autor