Si hablamos de problemas dentales en los perros, los más conocidos y frecuentes son dos: la placa dental y el sarro.
La primera enfermedad se trata de la aparición de una película transparente en los dientes que contiene bacterias. Allí se junta mucha saliva y partículas de comida.
Por su parte, el sarro, también llamado cálculo dental, se manifiesta mediante un color marrón o amarillo en los dientes. Tiene una relación directa con la placa, pues se forma al ser calcificada ésta.
Así también, cuando la placa dental se hace mayor llega a afectar las encías se produce gingivitis. Con la aparición del sarro, toda la superficie dental puede quedar infectada, y llega incluso hasta la misma raíz de los dientes.
Las consecuencias son el dolor y el mal aliento en la boca de los perros. Si no se las trata a tiempo, puede causar una infección general y provocar malas digestiones en el animal.
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