Cuando un animal llega a la familia, puede ya venir con ciertos problemas de conducta o adquirirlos por nuestra propia responsabilidad.
Dependiendo de la raza, algunos perros son más tranquilos que otros. Normalmente los perros de mayor tamaño suelen ser algo más tranquilos. Pero sea cual sea el perro que tienes a tu lado, hay algunos puntos que debes tener en cuenta para que tu cachorro se convierta en un perro tranquilo (dentro de las posibilidades de sus características).
Un perro feliz es más tranquilo que uno que no lo es, pero no debes confundir felicidad con sobre excitación. Los perros felices están contentos en cualquier situación porque se sienten seguros. Es importante que acaricies mucho a tu perro cuando cachorro y le hables tiernamente.
Aunque dudes de si te entiende o no, explícale las cosas que te interesa que sepa, si bien no comprenderá el significado de las palabra, captará intuitivamente tu intención. Debe sentirse tu cómplice para apoyarte en aquellas situaciones en las que precisas que tu perro esté tranquilo.
Puedes usar música suave para ponerle desde pequeño. También puedes hacerlo participar de tus sesiones de Yoga o meditación. Los perros son muy sensibles a las disciplinas energéticas. Te asombrará verlo relajarse junto a ti, y disfrutar del silencio y la paz de tus prácticas espirituales.
Un perro es un ser sintiente, no tengas un animal contigo si lo tendrás solo y encerrado todo el día. Un perro así nunca estará tranquilo, a lo sumo puede estar triste y a la larga caer enfermo. Un perro lo que más quiere es ser tu compañero, por eso no dudes en dejarlo participar en tus actividades de forma natural, sin estrés. Son más listos de lo que parece, confía en tu perro, él puede ser un perro tranquilo si tu como persona lo eres.
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