Tras meses de escuchar por la calle
que sus hijos son muy parecidos, una mujer le animó a pasar una prueba de ADN
para saber si en realidad eran trillizos idénticos, un fenómeno extremadamente
raro. Sin embargo, la probabilidad de tener un embarazo de trillizos no
idénticos es de 1 entre 8.000.
Y las pruebas no han dejado lugar a
dudas: Roman, Rocco y Rohan Tierney son como tres gotas de agua. Y a pesar que
los bebés son exactamente iguales, su madre de 23 años jamás ha tenido ninguna
confusión: “Cuando nacieron era muy difícil distinguirlos. Pero jamás me he
equivocado, siempre he sabido quién era quién”.
Pero no los reconoce solo por instinto
maternal. “Los tres tienen la misma marca de nacimiento entre las cejas, pero
la de Román es más oscura que la de los demás”. Una pequeña pista que le ayuda
a distinguirle.
“Cuando nacieron, los médicos me
dijeron que no eran idénticos, pero cuando empezaron a crecer mucha gente me
paraba por la calle y me lo decía”, recuerda en declaraciones concedidas al
Daily Mail.
La única forma de certificar que unos
trillizos son idénticos es mediante una prueba de ADN. Por eso Becki-Jo recogió
muestras de saliva de sus polluelos y las envió a un laboratorio, que tras un
examen certificó la total igualdad.
“Fue toda una sorpresa porque pensaba
que no eran idénticos”, recuerda la mujer. “Pero en realidad yo soy la única
que les distingue, así que eso explicaría muchas cosas”, asegura entre risas.
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