“el miedo es mi compañero más fiel, jamás
me ha engañado para irse con otro” Woody Allen
El miedo, es aquella perturbación angustiosa
del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario y es un sentimiento común a
todos los seres humanos. Algunos de nuestros miedos, por supuesto, tienen un
valor de supervivencia básica. Otros, sin embargo, son reflejos que pueden ser
debilitados o reaprendidos, doctor en psicología Karl Albrecht.
1.- Miedo a la muerte.
Proviene de una sensación primaria de
todos los seres humanos por la supervivencia. De este miedo se derivan muchos
temores como el miedo a las alturas, el pánico a los viajes en avión o
diferentes fobias relacionadas con la extinción de nuestras vidas.
2.- Pérdida de autonomía.
El miedo a ser inmovilizados,
paralizados, restringidos, sometidos, atrapados, encarcelados o controlados por
circunstancias que están fuera de nuestro control. Esto genera temor a la
libertad de nuestros movimientos naturales. El conocido “miedo al compromiso”
es básicamente el temor a perder la autonomía.
3.- La soledad
Este miedo se relaciona con el pánico al
abandono, al rechazo o a sentirnos despreciados, la perdida de conexión con el
mundo genera sensaciones de angustia ante la posibilidad de convertirnos en una
persona no querida a la que nadie respete ni valores. Los celos y la envidia,
expresan el miedo a la separación o la devaluación de uno como persona.
4.- Miedo a la mutilación.
Se trata del temor de perder cualquier
parte de nuestra estructura corporal, la idea de tener límites en la movilidad
de nuestro cuerpo. La sensación de ansiedad al estar cerca de animales
venenosos o considerados peligrosos como insectos, arañas o serpientes, asi
como tener fobia a otras cosas o situaciones que puedan suponer un daño físico.
5.- Daños y perjuicios al ego.
El miedo a sentirnos humillados, pasar
vergüenza o cualquier situación de profunda desaprobación que amenace la perdida de la integridad del
ser (también conocida como muerte del ego).el miedo al rechazo o el temor que
sienten muchas personas a hablar en público están relacionados con esta
angustia generalizada a la aniquilación de nuestro ego.
Algunos síntomas del miedo pueden ser:
Aumento de la presión arterial, de la
velocidad en el metabolismo y de la glucosa en sangre: detención de las
funciones no esenciales, aumento de adrenalina y de la tensión muscular,
apertura de ojos y dilatación de pupilas.
En determinados momentos de miedo,
puede llegar el pánico, que hará que se desactiven nuestros lóbulos frontales,
retroalimentando el miedo y haciendo que se pierda la noción de la magnitud de
este y en muchas ocasiones el control sobre la conducta de uno mismo.
El artículo fue tomado en
SuperMujer.com.mx
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