Los hábitos antes de irse a la cama
son importantes para alcanzar el estado de relajación necesario para conciliar
el sueño.
Muchos elementos influyen en el sueño
de una persona. Los momentos antes de irse a dormir condicionan la manera cómo
será el sueño. Los hábitos y patrones tienen mucho que ver en este proceso.
El sueño no solo regula aspectos
fisiológicos del cuerpo, también es importante para el desarrollo cognitivo. A
través del sueño se afianzan los aprendizajes y recuerdos. El cuerpo descansa y
se recupera física y mentalmente.
A la hora de dormir, el cuerpo humano
a traviesa una serie de procesos que regulan su estado. Su presión sanguínea
disminuye y se reducen las funciones respiratorias y sensoriales. De esta
manera, el cuerpo se relaja y descansa.
Los momentos antes de irse a dormir
son importantes para que el cuerpo alcance el estado de relajación necesario.
Éstos momentos están condicionados por los hábitos que el individuo tiene antes
de ir a la cama.
Por ejemplo, una comida pesada antes
de dormir mantiene activo al sistema digestivo. Lo mismo ocurre con el cerebro,
si se le estimula en exceso antes del sueño.
Mejores momentos antes de irse a
dormir
Se debe preparar al cuerpo antes de
dormir. Al igual que una máquina, éste necesita programarse para activarse o
desactivarse. Esto se logra a través de hábitos y rituales que los condicionen
para irse a descansar.
Acostumbrar a nuestro organismo a
mantener una rutina brinda los resultados que se esperan.
Cena ligera. La alimentación influye
mucho en cómo la persona concilia el sueño. La ingesta de comidas pesadas o
cargadas de azúcar, dificultarán el momento antes de dormir.
Muchas comidas no solo estimulan el
cuerpo, sino también el cerebro. Se deben evitar los carbohidratos complejos
por su alto contenido de azúcares.
Poco líquido. Hay quienes acostumbran
a beber un vaso de agua antes de dormir.
Lo recomendable es no beber ningún
líquido dos horas antes de ir a la cama. La última bebida del día puede ser un
té relajante. Esto nos ayudará a la hora de conciliar el sueño.
Un mismo horario todos los días. La
rutina es importante para el cuerpo. También lo es para el sueño. Dormir y
levantarse todos los días a la misma hora, acostumbrará al organismo al
descanso.
Lo mismo ocurre con las horas de
sueño. El cuerpo debe habituarse a dormir la misma cantidad de tiempo a
diario.
Una caminata por la casa. Caminar por
la casa es un buen hábito antes de irse a la cama. Esto ayuda a dejar las
preocupaciones en el camino y no acostarse con ellas.
Se puede aprovechar este tiempo para
reflexionar sobre el día y prepararse para la jornada siguiente.
Ejercicios de respiración en la cama.
Inhalar y exhalar de forma consciente y pausada alivia tensiones. Además,
oxigena el cerebro, controlando sus estímulos y libera ansiedad.
Música para dormir. Hay personas que
utilizan la música para dormir. En estos casos, se recomienda escuchar música
clásica a bajo volumen. También los sonidos del mar o de la naturaleza ayudan a
relajarse.
Actividad física antes ir a la cama.
Está comprobado que el ejercicio antes de dormir, relaja a las personas. Un
cuerpo ejercitado siente, de manera natural, el cansancio que se requiere para
descansar.
La excepción a este hábito, sería
evitar deportes de competición antes acostarse. La competición sobre estimula
el cerebro y lo deja en estado de alerta. Esto podría generar problemas para
conciliar el sueño y descansar.
Hábitos poco recomendables antes de
irse a dormir
Para asegurar una buena noche de
sueño, es importante evitar malos hábitos. El sueño reparador no viene por sí
solo. Requiere de buenos momentos antes de irse a dormir.
Uso de dispositivos electrónicos en la
cama. Tanto los móviles como las computadoras estimulan en exceso el cerebro.
Si su uso es inevitable, una buena caminata despejará la mente.
Dormir con el televisor. La exposición
a imágenes, colores y sonidos estimulan el cerebro. Dormir con el televisor
encendido tiene el mismo efecto que el uso de los dispositivos electrónicos en
la cama.
Consumir bebidas estimulantes durante
la noche. Se debe evitar el café, té o chocolates antes de dormir. Su consumo
puede dificultar la conciliación del sueño.
Revisar la agenda del día siguiente
antes de dormir. Hay personas que están acostumbradas a repasar sus
obligaciones estando ya en la cama. Hacerlo minutos antes de dormir, puede
generar angustia y ansiedad.
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