Una
recopilación de leyendas rusas, historias que nos hablan sobre el folclore del
país más grande.
1. La
leyenda de la Matrioshka
Dice la
leyenda que había una vez un humilde carpintero llamado Serguei el cual
necesitaba madera para trabajar. Un día en que estaba teniendo dificultades
para hallar una madera válida, halló un tronco perfecto el cual se llevó a
casa.
Serguei
no sabía qué hacer con él, hasta que un día le vino a la mente la idea de hacer
una muñeca. La hizo con tanto amor y tan bella que tras acabarla no quiso
venderla, y le dio el nombre de Matrioshka. El joven saludaba a su creación
todos los días, pero un día y de manera sorprendente esta le devolvió el
saludo.
Poco a
poco fueron estableciendo una comunicación y buena relación, pero un día la
muñeca le indicó su tristeza porque todas las criaturas tenían hijos, menos
ella. El carpintero le dijo que si la quería debería sacar la madera de su
interior, algo que ella aceptó.
Serguei
hizo una copia de menor tamaño, a la que llamó Trioska. Pero con el tiempo
Trioska tuvo también ganas de tener hijos, con lo que con parte de su madera
hizo otra versión más pequeña: Oska. La situación se repitió con ella, con lo
que Serguei elaboraría una muñeca más, esta vez con bigote y con aspecto
masculino para que no tuviera instinto maternal. A este último le pondría de
nombre Ka. Entonces, metió a cada uno de los muñecos dentro de su progenitora.
Días después, sin embargo y para desesperación de Serguei, Matrioshka y toda su
prole se marcharon y desaparecieron sin más.
2. Baba
Yaga
Una de
las criaturas más conocidas de las leyendas rusas y eslavas es la bruja Baba
Yaga, una anciana mujer (si bien otras versiones la consideran una diosa) que
habita los bosques. La leyenda dice que este ser, del que se dice que se
alimenta de niños, dispone de dientes de hierro con los que fácilmente puede
desgarrar la carne.
Sin embargo,
algunas de sus representaciones no son siempre negativas. Se dice que guarda
las aguas de la vida y de la muerte, y habita en una casa la cual se desplaza
con enormes piernas de pato y en cuya empalizada pueden verse numerosos cráneos
humanos. También que rejuvenece cada vez que toma un té hecho con rosas azules,
recompensando a quien se las trae. Se la considera la representante del límite
entre la vida y la muerte.
3. El
fantasma de Zhuzha
Una
relativamente reciente leyenda rusa, centrada en Moscú, nos habla del amor y la
muerte.
La
leyenda nos habla de Zhuzha, una mujer que durante años había estado enamorada
de un millonario. Un día, cuando paseaba por Kuznetski Most, oyó a un niño que
repartía periódicos gritar que su amado se había quitado la vida. Justo cuando
bajó de su carruaje y fue a buscar más información, fue arrollada y murió.
Sin
embargo, pasaron los días y el chico que vendía los periódicos apareció muerto
y estrangulado con una media de mujer, la que llevaba Zhuzha el día de su
muerte. Al poco también murieron quienes habían publicado la supuesta muerte
del millonario. Desde entonces han habido varios testimonios de en fantasma que
recorre Kuznetski Most, en Moscú. Se dice sobre quien la ve que posiblemente
tendrá la pérdida de una persona masculina cercana.
4. La
leyenda de la dama de las nieves
Al
igual que otros muchos pueblos que hacen frente a temperaturas gélidas, los
rusos también tienen una leyenda que hace referencia al frío. En su caso además
hace referencia a la infidelidad y a la traición. Se trata de la leyenda de
Sgroya.
Está en
apariencia joven y atractiva mujer es un espíritu furioso que odia al género
masculino debido al engaño que sufrió por parte su pareja, aunque en otras
versiones es una deidad que castiga los actos de infidelidad.
Sgroya
se aparece en los caminos ofreciendo sus atenciones a los varones que se cruzan
con ella, seduciéndolos. De aceptar sus invitaciones y besarla, ella se volverá
un témpano de hielo y llevará a su víctima a la muerte por congelación, o bien
la hará enloquecer.
5. La
leyenda de la ciudad de Kítezh
Algunas
leyendas rusas nos hablan de la invasión que sufrieron en la antigüedad por
parte de los mongoles. Concretamente, una de ellas hace referencia a la
desaparición de la ciudad de Kítezh.
Según
la leyenda, el príncipe Vladimir fundó dos ciudades, una llamada Maly Kitezh y
otra que recibiría el nombre de Bolshói Kitezh. Sin embargo, los mongoles
invadieron la primera de ellas, haciendo durante el proceso prisioneros los
cuales acabaron confesando cómo llegar a la segunda.
Una vez
llegaron a sus cercanías contemplaron que esta ciudad no tenía ninguna muralla
ni estructura defensiva, ante lo que atacaron de inmediato. Los desesperados
ciudadanos rezaban por su salvación. Sin embargo, antes de que los asaltantes
arribaran a la ciudad, está fue engullida ir las aguas, sumergiéndose en el
lago Svetloyar y salvándola del ataque, además de hacerla invisible. Desde
entonces se dice que solo los más puros pueden encontrar esta ciudad.
6. El
príncipe Iván y Koschei el Inmortal
Cuenta
la leyenda que el príncipe Ivan Tsarevitch prometió a sus padres, antes de
morir, que buscaría esposo para sus tres hermanas. Estas son pretendidas por el
Águila, el Halcón y el Cuervo, con los cuales se acaban casando y yendo a
vivir.
Con el
paso del tiempo el príncipe, solo, decide emprender un viaje con el fin de
visitar a sus hermanas y cuñados. En su camino se encuentra con los restos de
un ejército aniquilado, el cual había caído ante el poder de la guerrera Marya
Morevna. El príncipe se encontró con dicha mujer, enamorándose y con el tiempo
casándose y yendo a vivir al hogar de esta.
Sin embargo,
con el tiempo estalló una guerra en la que Marya Morevna decide participar,
dejando al príncipe en su casa con la advertencia de que no abra su armario al
existir en él un secreto que debe permanecer allí. Sin embargo, el príncipe,
curioso, decidió abrir dicho armario. En él encontró a un hombre encadenado
llamado Koschei, el cual le pidió agua. Tras dársela, de pronto rompió sus
cadenas y se desvaneció mágicamente, tras lo cual secuestró a la esposa del
príncipe.
El
príncipe decide ir en su busca, pasando en su camino por las casas de sus
hermanas y cuñados y dejando tras de sí diversos objetos. Encontró el castillo
de Koschei y se llevó a su amada, pero fue atrapado por el hechicero y su veloz
caballo. Este vuelve a llevarse a Marya Morevna, perdonando al príncipe dado
que le había saciado la sed cuando estaba encadenado. El príncipe volvió a
repetir el rescate dos veces más, siendo siempre atrapado por el brujo, y en la
receta ocasión este terminó descuartizándole y lanzándole al mar.
Sin
embargo, los cuñados de Iván observaron que los objetos que este les dejó, de
plata, se oscurecieron, a lo que acudieron y posteriormente lograron devolverle
a la vida gracias a las aguas de la vida y la muerte. El príncipe acudió
entonces a Baba Yaga para que le otorgara un caballo más rápido que el de
Koschei, a lo que la bruja decide que si consigue vigilar a sus yeguas tres
días se lo daría, aunque en caso contrario lo mataría. Este logró, con la ayuda
de varios animales (los cuales le habían prometido ayudarle si no se los
comía), su cometido a pesar de que la bruja lo había amañado. Sin embargo, ella
quería matarlo igualmente, algo que hizo que Iván robara el caballo y huyera.
Conseguido
el corcel, Iván rescata a su esposa y durante la huida mata a Koschei con una
coz de su caballo. Tras ello descuartiza el cuerpo y prende fuego a los
pedazos. Ya libres, la pareja pudo volver a su hogar y vivir felices.
7. Los
siete gigantes de los Urales
Una de
las consideradas como maravillas naturales de Rusia es Man-Pupu-Nyor, la cual
también tiene su propia leyenda.
Cuenta
la leyenda que el pueblo mansi vivía en esas montañas. El líder del pueblo
tenía dos hijos, una de las cuales era una muchacha de la cual se enamoró uno
de los gigantes de la zona, de nombre Torev. Este le pidió al padre de ella
joven su mano, pero el padre se negó.
Furioso,
el gigante llamó a cinco hermanos y junto con ellos intentó raptar a la joven y
empezó a atacar el poblado. Los habitantes huyeron, pidiendo ayuda a los
espíritus. Al día siguiente el otro de los hijos del líder comandó un grupo de
guerreros para hacerles frente, llevando el joven una espada mágica otorgada
por los espíritus y un escudo.
El
joven levantó la espada, y de ella surgió una luz que convirtió a los seis
gigantes en piedra, pero por contra su uso implicaba que su portador también lo
haría. Esto explica por qué son siete los montículos observables en los Urales.
8. La
leyenda de la novia fantasma
Es
probable que muchos de los lectores de este artículo hayan visto la película
“La novia cadáver”, de Tim Burton. Lo que seguramente muchos no sabrán es que
su historia está basada en gran medida en una leyenda o cuento ruso. Y este a
su vez está basado en los asesinatos de mujeres judías cuando iban camino a su
boda ya vestidas con el traje nupcial, así como el hecho de que existía la
tradición de enterrar a los muertos con las ropas con las que habían muerto
(con lo que estas mujeres asesinadas eran enterradas en sus vestidos de novia).
Dice la
leyenda que un día un joven que iba a casarse viajaba junto a un amigo al
pueblo donde se encontraba su futura esposa, encontrándose con una rama que se
asemeja a un dedo. El joven y su amigo, jugando, colocaron el anillo de
compromiso en la rama y posteriormente hicieron los votos y ensayaron los
bailes nupciales. De pronto, la tierra se movió dejando ver que la rama en el
fondo era un dedo, que formaba parte de un cadáver vestido de novia.
Este
cadáver los miró expectantes y, observando que habían celebrado la boda, dijo
que quería reclamar sus derechos como esposa. Ambos huyeron al pueblo de la
futura esposa, acudiendo a los rabinos para preguntarles si el matrimonio era
válido. Mientras los rabinos debatían, la muerta llegó junto a ellos y volvió a
reclamar a su marido.
En ello
llego también la novia viva del hombre, la cual se enteró entonces de la
situación y lloró ante la posible pérdida de su pareja y sus hijos. Poco después
los rabinos salieron, determinando que la boda era válida, pero también que los
muertos no podían reclamar a los vivos. Fue ahora la novia cadáver la que lloró
y sollozó su imposibilidad de formar una familia.
Pero la
novia viva, compadeciéndose, se acercó y la abrazó, prometiéndole que viviría
su sueño y tendría muchos hijos que serían de ellas dos además de del marido.
Ello tranquilizó al espíritu, el cual terminó por descansar en paz y feliz a la
par que la pareja pudo volver a casarse y con el tiempo tener descendencia, a
quien contarían la historia del espíritu.
9. La
isla de Buyan
La idea
de un paraíso terrenal no es exclusiva de una o dos religiones, sino que son
compartidas por gran número de ellas, incluyendo rusos y otros eslavos
En este
sentido, una de las leyendas más conocidas es la de la isla de Buyan. Esta isla
sirve de refugio al Sol y a los vientos, así como a los viajeros. Además,
podemos encontrar también en esta isla las aguas curativas generadas gracias a
la piedra Alaturi y a la doncella Zarya, la cual cose las heridas.
En la
isla también guarda su alma Koschei el Inmortal, quién separó su alma de su
cuerpo y la colocó en una aguja dentro de un huevo el cual está dentro de un
plato que está dentro de un conejo, que a su vez está en un baúl que está
enterrado en las reaoces de un árbol. Si alguien se hace con dicho huevo o
aguja, tiene poder casi absoluto sobre el hechicero, dado que si fuera dañado
Koschei moriría.
10. La
leyenda de Sadko
Una de
las leyendas rusas que hacen referencia a un período histórico aún anterior a
la creación de Kiev es la bylina de Sadko, una antigua epopeya rusa y
generalmente transmitida en verso.
La
historia nos narra cómo un joven guslar (músico que toca el gusli, un antiguo
instrumento tradicional ruso) procedente de Novgorod se ganaba la vida tocando,
algo que hacía con gran habilidad. Sin embargo, llegó un momento en que otros
músicos llegaron a la zona y poco a poco Sadko empezó a perder clientela, hasta
el punto de dejar de ser contratado. Un día, entristecido por su pobreza y ante
el hecho de que nadie le contrataba, empezó a tocar a orillas del lago Ilmen.
Tras
acudir varias veces a tocar al Ilmen, un día se le apareció el dios de las
aguas del lago. Este le dijo que le había escuchado tocar y quería ayudarle en
su difícil situación. Le propuso que la próxima vez que fuera a la ciudad y le
llamarán para trabajar, debía asegurar que en el lago existían peces con aletas
de oro, y apostar con los mercaderes sobre que estos existían. El joven así lo
hizo, y para sorpresa de todos cuando el joven y los que habían apostado en su
contra zarparon en una barca para pescar encontraron que, efectivamente, al
recoger las redes consiguieron coger una gran cantidad de peces de oro.
Con los
peces y las ganancias obtenidas por la apuesta, el joven no tardó en hacerse un
mercader de gran riqueza. Sin embargo, una noche que volvía en barco, el joven
volvió a tocar su música. Las aguas se agitaron, furiosas y apunto de hundir el
barco. Sadko pensó que el dios de las aguas quería que compartiera sus
ganancias (gracias a él ganadas), por lo que arrojó diversos barriles con
riqueza sin que ello tuviera ningún efecto. Los marineros repusieron qué tal
vez el dios quería un sacrificio humano, y tras sortearlo en varias ocasiones
siempre le tocó a Sadko.
El
joven se arrojó al agua y se encontró con el dios, que quería que tocara para
él en su palacio. Allí, la música de Sadko hacía bailar al gigante con gran
frenesí. Más un día llegó un anciano al palacio mientras el joven tocaba, y le
indicó que el poder del baile del dios estaba provocando grandes marejadas.
Sadko decidió dejar de tocar para evitarlo, rompiendo las cuerdas como forma de
justificarse.
Tras
ello pidió al dios volver a su tierra, a lo que el dios terminó por ceder. En
algunas versiones el dios del lago intenta ofrecerle una esposa para que se
quede, a lo que tal y como el anciano le advirtió puedo zafarse escogiendo a la
última y más joven de sus hijas, con la cual no consumó y tras lo que la deidad
lo liberó de su servicio.
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