Un interno logró fugar de la prisión mandándose por correo hacia la libertad.
Hans Lang, de 42 años, purgaba una pena por tráfico de drogas. Según explicaron fuentes policiales se metió en una caja que fue despachada por el correo privado FedEx, lógicamente, hacia el mundo exterior. Esos grandes paquetes contienen normalmente ropa sucia en grandes cantidades. Esta vez, con el hombre dentro, fue cargada a un camión y de allí a través de las puertas de la prisión de Willich, cerca de Dusseldorf. En algún lugar de la marcha el hombre se bajó del vehículo y desapareció.Su ausencia fue descubierta recién cuando el camionero se encontró con la caja abierta y las puertas del camión forzadas desde dentro. Un vocero de la policía -que todavía busca al creativo escapista- explicó que "éste es el tipo de cosas que la gente piensa que pasan en las películas".
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