Richard
Chanfray visitó Madrid en diciembre de 1975 para acudir al programa de televión
española, Directísimo, con José María Íñigo. Se presentó como el heredero del
conde de Saint Germain, un misterioso individuo del siglo XVIII que cautivó por
su eterna juventud. Siempre tenía el mismo aspecto mientras todos su cohetáneos
envejecían. Alquimista, mago, o farsante, no sabemos realmente quién fue este
enigmático visitante de las cortes europeas
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