La osteomielitis es la inflamación del hueso y sus estructuras causado por bacterias patógenas. Una vez establecido, la infección a menudo resiste a la cirugía y a la terapia. En la mayoría de los casos la respuesta inmune es insuficiente o los patógenos son muy agresivos y la infección se esparce. El exudado producido por las células de defensa se acumula, bloqueando el suministro de sangre al hueso afectado.
Como sea, sin un adecuado aporte sanguíneo, el tejido afectado queda fuera de la nutrición sanguínea y por lo tanto de lejos de las células de defensa y de los antibióticos. En la osteomielitis crónica, existen periodos activos de la infección y a menudo periodos de pocos signos de ella. Pero la infección persiste, destruyendo progresivamente más y más al hueso.
Entre las bacterias involucradas, Staphylococcus aureus es la mas común identificada en la osteomielitis en perros. Escherichia coli, Proteus y Streptococcus son especies que tal ves pueden estar presentes. La osteomielitis es polimicrobial, y en un cultivo de anaerobios podemos identificar Bacteroides, Las especies Fusobacterium y Clostridium. Algunas de esas bacterias poseen un blindaje llamado glucocalix, que les permite adherirse con fuerza al hueso y los protege de las células de defensa, anticuerpos y antibióticos. Si la infección persiste es posible que se produzca la necrosis (muerte de tejido) del hueso.
Un tratamiento exitoso contra la osteomielitis empieza con una cirugía para remover todo el tejido muerto y secuestrado. Huesos y tejidos deben ser cultivados en condiciones aeróbicas y anaeróbicas para determinar la sensibilidad de las bacterias involucradas. Luego de los cultivos se suele hacer un test llamado antibiograma, donde se prueba exponer a las bacterias a distintos antibióticos, y el fármaco que provoque la muerte de una cantidad importante de bacterias será el indicado. Es posible que haya que utilizar varios antibióticos si la infección es causada por distintos tipos de bacterias.La terapia antibiótica debe ser efectiva contra el agente causal, usualmente Stafilococus aureus y Bacteroides spp. Un antibiótico apropiado debe de penetrar hueso y que se pueda administrar por periodos largos. Entre los antibióticos utilizados están la clindamicina, antibióticos betalactámicos y cloranfenicol.
Astrid, como verás el problema de tu perrito no es fácil de tratar, pero hay opciones que quizás todavía no se hayan probado. Lo importante es que intentes conseguir un veterinario especialista y que identifique con exactitud qué bacterias están produciendo la infección. En todo caso, a veces da mejores resultados aplicar un medicamento por vía endovenosa que por vía oral. Pero eso sólo puede indicártelo el veterinario. Cuando agotes todas las medidas posibles y veas que tu perro no se siente bien, recién ahí deberías considerar la eutanasia.
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